Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles He 16,11-15
Por aquellos días, zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente, hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal de la región de Macedonia.
En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido.
Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos hizo esta súplica: “Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa”. Y así, nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
TEMA 10) “YO QUIERO BAUTIZARME PARA RECIBIR A JESUCRISTO. Pero… ¿CÓMO HAGO SI APENAS SOY UN NIÑO?”
ETÍOPE: Porque mi mamá, que va al culto casi todas las noches, me dice que sólo se puede bautizar a la gente adulta. Pero, una pregunta, Felipe. ¿Y yo por qué tengo que esperar tanto?
FELIPE: Amigo, no tienes por qué esperar . T u mamá tiene buena intención pero seguro recibió muy poca información en la fe cristiana católica. Hay pruebas en la Biblia y en la historia de que a los niños sí se les puede bautizar , pero tu mamá aun no lo sabe y yo a ti te lo voy a contar .
Empecemos por la Biblia: Cuando bautizamos a un niño le damos el más grande y el más hermoso de los regalos: PERTENECERLE A CRISTO” (1Co 6,19) . Hay ocasiones donde son bautizadas familias completas y eso está en Hch 16,14-15 (bautizo de toda la familia de Lidia); en Hch 16,33 (Familia del Carcelero); en Hch 18,8 (Familia de Crispo), y en 1Cor 1,16 (Familia de Estefanás). San Pablo dice en Col 2,11-12 que “el bautismo reemplaza la antigua circuncisión y mediante él la persona se despoja del cuerpo carnal por la circuncisión en Cristo” . Si fuera prohibido bautizar a los niños allí Pablo lo hubiese dicho. El bautismo sustituye la circuncisión, la cual se hacía a muy temprana edad (Gn 17,12; Lev 12,3); eso les dio a los niños la oportunidad de poder también participar del bautismo y de despojarse de su cuerpo carnal para ser revestidos en Cristo (Gal 3,27). Abraham circuncidó a su niño Isaac a los ocho días de nacido, conforme le había ordenado Dios (Gn 21,3-4) y hasta el mismo Jesucristo fue circuncidado cuando apenas tenía 8 días de nacido (Lc 2,21). En conclusión, en ninguna parte de la Biblia se dice que esté prohibido bautizar a los niños.
ETÍOPE: ¿Cómo impedirle a los niños formar parte del cuerpo de Cristo si Él mismo dijo:: “DEJEN QUE LOS NIÑOS VENGAN A MI, NO SE LO IMPIDAN”? (Mc 10,34)
FELIPE: Eso mismo me lo he preguntado yo, Etíope. ¿Cómo negarles a los niños la gracia de incorporarse al Cuerpo de Cristo si sabemos por las Sagradas Escrituras que por este sacramento entramos a formar parte de su Cuerpo? Incluso, dicen las Escrituras que por el Bautismo "...somos miembros los unos de los otros" (Ef 4,25) ¿Cómo imaginarnos al Cuerpo de Cristo, la Iglesia, conformado sólo por adultos y jóvenes sin la presencia de los niños? Si en sus intervenciones acerca de los niños Jesucristo les advierte a los adultos la exigencia de ser como ellos para poder entrar al Reino de los Cielos, esto deja entrever e inferir su capacidad y su derecho de poder participar también de esta Gracia.
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