sábado, 7 de marzo de 2015

SACRAMENTO DEL MATRIMONIO (PARTE I )

《《RTC💊HF》》

   SACRAMENTO DEL
        MATRIMONIO

            (PARTE I )

          HASTA QUE
     LA MUERTE LOS
            SEPARE

<<¿No está bien claro que erráis y que desconocéis las Escrituras y el poder de Dios? Cuando en la resurrección resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dadas en matrimonio, sino que serán como ángeles en los cielos>> (Mc 12,24-25).

Debo reconocer que esta cita sacudió tremendamente mi ser: <<No se casarán ni serán dadas en matrimonio>>.

Entonces, ¿qué pasará con el amor de mi vida?.

¿Y ése a quien le entregué mi vida, mi cuerpo y mi corazón? Si cuando está lejos de mí, siento que muero sin él... ¿Y la vida en común? No podía entender.

Así que leí, investigué y pregunté. Pero no encontraba respuesta satisfactoria, un velo cubría mis ojos y mi entendimiento. Es que, el matrimonio, el amor conyugal es apreciado por Dios, el matrimonio es considerado la imagen perfecta de la unión de Cristo con su esposa la Iglesia. Y además, el matrimonio es Sacramento.

Entonces, ¿cómo es eso que no habrá matrimonio en el Reino de Dios?.

Fue cuando el Espíritu Santo me permitió ver la luz. Comprendí que este tiempo que estamos viviendo es como un noviazgo, en el que el novio enamorado obsequia a su novia con detalles y regalos.

Comprendí que todas las bendiciones que he recibido: el amor de mi vida, ese que nació en mi corazón, la dicha plena de amar a alguien y recibir también su amor, ésos son los regalos que mi novio Jesucristo me concede cada día y que me permite conocer y saborear como un adelanto de lo que es el verdadero amor, para que cuando alcance la visión de Dios cara a cara, nazca “un amor de tal profundidad y fuerza de concentración en Dios mismo, que absorberá completamente toda subjetividad psicosomática” (San Juan Pablo II. Catequesis sobre La Comunión Escatológica del Hombre con Dios).

<<… Serán como ángeles en los cielos>>. La mayor dicha de los ángeles es estar cara a cara con Dios, y adorarle y alabarle. Y, ¿no es ésa nuestra meta escatológica? Alcanzar la Gloria de nuestro Señor.

El matrimonio es Sacramento y Sacramento es esa realidad visible que nos alcanza o nos acerca a esa realidad invisible que es la salvación.

Ahora bien, si viví, amé y obré según los preceptos de mi Señor; si en todo momento me di como instrumento para que mi Señor Jesucristo guiara mi vida en Su obra salvífica; si viví ese amor conyugal como auténtico sacramento de salvación y purificación. Si cumplí con todo esto de corazón, entonces habré alcanzado los méritos para mi salvación. Ya el matrimonio habrá logrado su fin sacramental, su razón de ser estará completada.

A partir de entonces, mi comunión será con mi enamorado. En reciprocidad de Su amor, yo me doy por completo enamorada. Así como Él se dio por completo por mí, manifestándose en mi dolor como lo hizo con Su pueblo sufriente, Israel; entregando Su vida por mí en la cruz, en la que se presenta con los brazos extendidos esperando por mí, obsequiándome como novio enamorado con tantos regalos: mis hijos, mi familia, mi amor, las alegrías de mi trabajo, mi servicio apostólico, mis hermanos en Cristo.

Fui creada a imagen y semejanza de mi Señor y mi Salvador se abajó de su condición divina haciéndose carne para que yo alcance también su condición divina; es decir, para que sea “ángel en el cielo”, para que vuelva al Padre con un cuerpo espiritual, con una nueva corporeidad, que tendrá en la transfiguración su mejor reflejo. Entonces, la conyugalidad como la conozco hoy, adquirirá una nueva dimensión en “la plenitud de mi donación personal y comunión gracias a la glorificación de todo mi ser psicosomático en la unión perenne con Dios” (San Juan Pablo II. Catequesis sobre Virginidad y Celibato como Signo Escatológico), y junto a mi amado tendré <<una nueva vida y una esperanza viva, la herencia celestial, ese tesoro que no perece ni se echa a perder y que no se deshace con el tiempo>> (1Pe 1,3-4).

Ciertamente, no habrá mejor matrimonio que la comunión esponsalicia con mi Señor, mi creador, fuente de mi vida toda. Sí, mi Señor. Te acepto.
              ➖🔷➖

🔹Elaborado por: 
     Maryulis Gómez
     Escuela de Teología
     "AGNUS DEI".

🔹Fecha: 07 Marzo 2015. 

              ➖🔘➖

     RECIBO, ME NUTRO
             Y REENVÍO
        TODOS LOS DÍAS
MEDICINAS💊PARA LA FE
               🔹🔱🔹
   Red Telefónica Católica
HOSPITALITOS🏥DE LA FE
Llega a donde🏃tú estés

No hay comentarios:

Publicar un comentario